Cometa

Ahora te vistes con el vestido marrón de todos los días y te vas a recoger flores y comer helados... los días se van hacia la nostalgia, no piensas que las cosas pueden realizarse, lo ves inexplicadamente lejos aunque tú eres parte de cada detalle para que el sueño ansiado se cumpla, el día se estremece con tu mirada, todos los obstáculos te parecen nimios ante tanta esperanza, pero el silencio todavía es parte de tu cuerpo... él te dice que todo saldra bien que un niño asoma en tu mirada te abraza y sin embargo tu cuerpo ya no responde, no existe calor en sus brazos...
Sales a caminar por todos lados se ve que todos tienen algo que hacer los siervos del sistema huelen a estiércol quisieras cogerlos del cuello y decirles lo mucho que los aborreces que todos son escarabajos intentando tocar con su barbilla la punta de los pies, sigues caminando el extraño ser te pregunta por los sonidos de la noche y tú le dices que debe organizar una pirámide con cien soldados la pirámide debe ser muy alta y reunir en ella a todos los hombres impuros y las mujeres dóciles para arrojarlos desde lo más alto... Le temes a la tortuga ecuestre de Moro, todas sus imágenes te tienen como una telaraña consumiéndote por dentro, extensión de larvas te recorren, la mañana continua con sus holas extendidas en miradas y gestos misteriosos te despides con la misma sonrisa irónica de los días comunes en silencio te retiras a volar una cometa a sentir el viento a enojarte contigo en el ocaso del día...