A Víctor Hugo
Bastan palabras
que trasportan tu espacio...
tengo tus letras aquí, conmigo
ambos compartimos, ambos nos compartimos
es tu alma en cada sonido
golpea ruidosamente mi mente; y,
aquello que denominan conciencia
de dónde, de qué tiempo, amigo
que historias recoges en tu silencio de palabras
todas para el oído o para los ojos
tú el visionario poeta, pintor, escritor … vivo … vivo
como un hombre libre
deambulando parafernalias
y depresiones que arrugan la frente
viciosos humanos
hiel en sus labios
y amarilla su frente
parte se va
parte se queda
bestias/omnipresentes
deambulando esquinas
encarnizando batallas
a cada paso
a cada vaivén de piernas...

Devienen las horas una tras otra,
todas tienen un nombre
y todas minutos oscuros,
cuando beso tu frente
mi única preocupación
es tu silencio;
así el farol que alumbra sobre la sosegada
travesía de tu alma
se nos deja en un atisbo de nostalgia,
cómo entender tu mirada muda
cómo al enojo de mis labios
responde tu belleza;
decirte, que el viento
transportó tu nombre
y consigo también
el fuego,
fuego en cercanía
entonces; me quedaré contemplándote
inocencia,
entonces te diré
quédate;
así tus pasos marquen vías
así tu cuerpo, humo etéreo, marche;
tu alma queda muda a mi lado.

Suave rumor que asemeja tu estancia
¡Oh! luciérnaga breve,
los ojos marchitos
y dejándose a la muerte;
tus manos
tienen la forma del planeta soñado,
descúbrete entonces, en las madrugadas
desenrédate en colores
vuelve en ti la primavera,
gira alrededor de mi cuerpo
sabré de los días ... sabré de ti
y diré al viento la forma de tu ser
y seré contigo entonces
día/espejismo
noche/nostalgia
seré contigo entonces...

Los sonidos nos transportan
oh... lentitud de las horas
boca ultramarina
emergiendo de tu ser
bifurcaciones y sonidos,
a tus oídos las palabras,
el minúsculo encuentro de dos planetas
¡oh! maganánimo sol
bajo tu ser
emerjo y alcanzo tu energia
¡oh! ser ave... ¡oh! ser planta.... ¡oh! ser... ser...vida
a tus oídos el canto y la belleza
la transparencia de letras
la observación de los días
los claveles dejados
y tú... tú...
con los cabellos desordenados
danzando palabras...
Observando la tarde
nos llegará el sueño
nos llegará la vida
en una hoja
en otoño
en tus manos
en las mias
los sonidos nos transportan...

Mil libélulas en el cielo
no podrían explicar...
explicar lo que siento
cuando tus manos toman las mias,
cuando mi voz se extiende en tus oídos
cuando la greda, la escalera, el viento, la genialidad...la genialidad
en toda su estación
vuelcan en mi tanta emoción
vida...vida...y más
más que decir...
más que sentir...
más que existir...
Renuentes palabras, cortas, ínfimas
para de alguna forma llegar a tus ojos;
palabras débiles tal vez
palabras/libélulas,
mariposas y viento
algún paraje de otoño
de hojas caidas
de árboles misteriosos
de arlequines y de
miradas/sonrisas
nos pueblan ahora
más que decir...
vida... vida... y más...