MANIFIESTO POR NO HABER ACEPTADO UN TRABAJO QUE NO ME GUSTA

Navegar en la inmensidad de palabras y formas a veces nos conduce a la invención de mundos nuevos y fantasías. Trabajar en este sistema absurdo y litigar un espacio para tus deseos hace que uno vaya sin querer ir relegando sus aspiraciones, anhelos, ir aceptando aquello que te propongan y no es justo, no tiene justicia aquello que no te ayude a sonreír, he dejado una propuesta de trabajo y si, me atrevo a decir que he sido valiente, y que un duendecillo se agita en mi pecho alegre, es mi necesidad de escribir, la que me aúne a esta alineas. Recorro pues la minúscula letra, su sonido, la letra que con ella rimara, y es el ruido del procesador el que me acompaña, el ruido rutilante esfera que se prolonga en el nervio auditivo.

Los golpes del metal a lo lejos y el alma contrita, pegada al cuerpo. Un leve resfriado y una angustia disipándose. Hay entusiasmo y no hay presión, no hay horarios que cumplir porque tú mismo eres un horario, hay de por si un compromiso con tu “felicidad” entonces deslizas los dedos, así como se desliza la lluvia en la ventana, a pesar de que acá el sol es la forma concreta de existencia, y como quema.

Al iniciar este escrito lo quise hacer porque me he liberado de un compromiso, compromiso que para nada por cierto me agradaba, y me comprometo, mejor no, me propongo escribir, porque me gusta, porque necesito así como tú existir.

Reconozco que hay una necesidad profunda de cumplir con todo, pero no se olvida que el principal compromiso, aquello que la constitución de ningún país reconoce, es el compromiso con uno mismo, con tu ser, con tu esencia. Igual hace años hubo un motivo de tristeza para no hacerlo, pero hoy me voy liberando, y empiezo a creer que es posible, que se puede, dejar escapar entonces estas pesadillas que están dentro. Sin ningún motivo, sin ninguna presión. Solo dejar escapar esta facilidad, facultad, don, regalo, no podría definirlo, esta forma de vivir, que habita en algunos seres, así como en otros hay la posibilidad de leer, en otros como yo hay la posibilidad de escribir. Y con esta máquina no sé porque me agrada más hacerlo será porque voy como tocando puertas a las palabras, cada teclear de botones es como tocar la puerta a las palabras para que ellas salgan de mi cerebro. Y de mi alma.

SUEÑOS O PESADILLAS

Atención: Se inicia aquí una serie de líneas que no sé en que acabara pero que si conozco el inicio para liberarse de los mundos internos:

El agua
Cuando describen al agua, aclarando que es un liquido vital, que es un liquido fresco y que es parte de nuestra vida. En los sueños reside como una preocupación, como la forma de una guitarra suspendida en un abismo, cogida solo por una rama, débil ella, débil como la nube que se va disipando con la fuerza del viento. El agua es pues parte importante de los sueños que han cautivado las noches durante estos 26 años, prontos a ser 27; a veces era un océano azul, limpio, grande, incluso se podía ver el sol en un atardecer anaranjado, pero de pronto se veía también que el agua iba subiendo, sin embargo el éxtasis de sentir tanta belleza hace que uno a pesar de que existe un peligro inminente, como el sufrimiento, decida seguir ahí esperando, y con la voluntad de aceptar un destino no feliz.
El agua otras veces era como charco gris que de la misma forma anterior iba creciendo. Así también en alguna oportunidad el agua me demostraba que la gente puede hacer cualquier cosa por saciar su deseo de existir. A veces suelo compararme con un hongo, que crece a partir de la humedad.
He escapado
Me he liberado
He puesto una puerta
Y la he abierto
Buscare en ella su forma
Su instinto
Suspendidos quedan entonces
El sufrimiento y la angustia
Una boca enorme y azul
Me traga.