Todos somos una sucesión de imágenes a medio describir,
espaciando los trazos nostálgicos...
y la hojarasca afuera nos invita a caminar sobre ella,
los montículos de nieve en el alma,
el corazón, la debilidad,
una absolución de poetas y escritores idos,
la sucesión de las brujas muriendo bajo innumerables formas,
y las voces poblandome una tras otra
en diferentes cuerpos en diferentes épocas,
tengo un atardecer en el alma la oscuridad el silencio
la soledad el desvío y la locura por delante
recojo mis manos del viento
las poso en ti como un animal sediento de algo...
los gusanos se detienen en la orilla del lago
y sin embargo busco semillas de alquitrán en mis bolsillos
y lloro el llanto del renegado
ahora que oscurece alrededor
ahora que los barcos llegan a besar los puertos
y las golondrinas bailan un tango con los cuervos...
el humor de la tarde es triste
las manos son inmaculadas para depedirse...
y si no supieramos nada
y si se nos negaran todas las verdades
y los obstáculos fueran grandes, pero...
el viento es nuestro amigo
y después de tocarte me alejo
no te has percatado de mi presencia
y permaneces inmóvil taciturno y meláncolico
en esa imagen a constelaciones de mi ser
aunque pueda ver tu desordenado cabello
y tus ojos de niño triste
que gritan en la oscuridad de los recuerdos
una frase insondable y contemplativa...
los ojos del fiero arlequin,
la figura clásica del genio
y el agua deslizándose en mi oído
no son lágrimas son espaciadas alegrías
descendiendo a tus labios
el amor el dolor la infatigable nimiedad de tus palabras
y tu oído que se aferra
al sonido el agua el agua y la noche...
juntos nos iremos por diferentes caminos
mi alma viaja.... se aleja
los minúsculos roedores horadan la montaña
y nuevamente el día inicia
la noche es una conexión con nuestros espíritus
los que fuimos lo que dejamos
una sucesión indefinida de imágenes...