Hay hambre en la panza del mundo,
hambre de muerte en el estómago naranja;
hay un hombre que le dice cosas al mundo con guitarra y voz
yo, aquí escribiendo para que sonrías
si estuvieras aquí te diría ven, dame la mano...
salta conmigo, aquí justo al lado del ojo derecho
existe una laguna verde como el color dicen algunos de la esperanza,
y, yo pienso que es más de la espera
y es esta espera la que acongoja imagino, porque late mucho late
aquello que llaman corazón
y explota en ondas de sensaciones cada vez que te veo,
te veo y digo cielos grises,
grises no, blanco humo
contradiciendo o, no afirmando
resulta que la confusión es ahora mi vestido,
no tú no aceptas dudas, confusiones,
debe ser blanco
olvidas que el color de mis ojos es gris
y no blanco humo,
hablo con metáforas
hablo, no, no hablo, escribo
escribo,
el reflejo de tu piel en la mia,
no, tu corazón no miente,
tu boca se escapa y en rictus de pena/alegría
silba un duende,
ya que no resulta malo, ya que no resulta bueno
que más digo,
el arroz en mi boca sabe a pena
y el miedo a que caiga
ese miedo de amanecer y voltearte a ver si vuelve el sueño
a ver si algunas hormigas se llevan los recuerdos
!Qué se las lleven! gritan los grillos
ya las veo descendiendo por el costado de mis ojos hasta la comisura de los labios
llevando agua en sus espaldas, totalmente concentradas;
ay! esto duele,no es vacuna de sarampión pero duele,
las penas serán buenas?
existe un tigre descansando bajo el monedero
tigre dedos de princesa,
calle en donde llovió
y te vió,
cuando me voy algo se queda
cuando me quedo algo se va
ese rumor de guitarra,
eso es, el rumor de guitarra
que me hace mirar hacia atrás,
abrázame tengo miedo/pena
estas lágrimas son tan largas que ya parecen falsas
tú tienes damicelas y flores, tengo,
tengo aquí un minuto para pensarte
no sé si seguir con él
creo que igual se lo llevará el tiempo
parece que hay barcos que alumbran tu pelo,
serán solo sueños que otros cuentan
o aliento de boca en los cristales,
pensaré que la luna estará llena para siempre;
como tigre espero acurrucado en cada esquina
con frío y dolor en la espalda
tocando tambores bajo la lluvia
o simplemente mirándote desde algún punto fijo
inocencia, no, culpable
me declaro culpable
y con ella asumo los dolores de este parto
y con ella asumo tambien, porque no decirlo
el olvido,
el dolor dobla las rodillas
oh! pero el alma vuela...